Actualizamos el post para darle la bienvenida a nuestra reciente etapa tuitera…

¡Alegría, alboroto, estrenamos nueva sección! En recetasenserie somos así. Después de más de un año sin publicar una entrada gastronómica, nos hemos liado la manta a la cabeza –los brainstorming se hacen  mucho mejor de esa guisa- y hemos llegado a una revelación de vital trascendencia: ante la abundancia de sitios web de recetas, más nos vale especializarnos en algo si aspiramos a que cada post tenga al menos un lector. ¿Y qué mejor fecha para lanzarla que las postrimerías del mes por excelencia de la canícula? Así, desafiando cualquier lógica marketinlonga, y hasta el mismísimo principio del sentido común, inauguramos hoy una sección que, no lo dudamos, revolucionará los hábitos alimenticios del mundo hispanohablante.

¿En qué consiste la sección? Fácil. Con un título como “Fast Food” nos ahorramos tener que dar explicaciones elaboradas que agoten aún más a nuestras ya sofocadas neuronas. Se trata, en efecto, de comida rápida. Pero ojo, aquí nadie va a hablar de hamburguesas, panecillos con semillas de sésamo –delirante subtrama en el capítulo 1×03 de Silicon Valley-, pollo frito o kebabs reventones. Porque lo que pretendemos en recetasenserie es romper con la -más que merecida, lo admitimos- asociación entre comida rápida y comida basura.

Y es que la comida rápida no tiene porque ser basura, ni calórica ni aburrida, solo tiene que ser rápida. Por eso nos hemos fijados tres topes temporales (o límites que tiempo, que suena mucho más sencillo y comprensible): 5 minutos, 10 minutos y 15 minutos. Todo lo que exceda de estos intervalos será considerado como comida lenta y, por tanto, desechado y repudiado (para esta sección, no de nuestras mesas, claro).

¿Eres de naturaleza suspicaz? Tranquilo. En recetasenserie somos 100% profesionales y científicos, así que añadiremos una importante aclaración: el tiempo necesario para cada receta lo medimos una vez todos los ingredientes están dispuestos para su utilización en la mesa. Si alguien hace la prueba en su casa y con el flamante cronómetro de su smartphone le salen más segundos de los que afirmamos haber requerido para la elaboración de la receta, nuestra defensa será siempre la misma: ¡eso es tu cronometro que va mal, cámbiate de móvil, hombre ya!

Para rematar la entrada por todo lo alto, os dejamos con un avance, o un “next week on Fast Food” en forma de acertijo cutre y engañoso.

En la sección de comentarios se aceptan de muy buen grado vuestras soluciones a la adivinanza visual… ¡Participa!

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