Se acercan fechas de mucho comer, reír, ¿llorar?, y, en algunos casos, mucho cocinar. Las cenas de Nochebuena y Nochevieja, las comidas de Navidad y Año Nuevo y algún extra entre medias con amigos o enemigos, son momentos en los que poner a prueba tu elasticidad estomacal, pero también –Dios no lo quiera- tus dotes culinarias.

Si eres de los que se están introduciendo en el mundo de los fogones –por no llamarlo mundo de la vitro- y la responsabilidad te abruma, o te da pavor la sola mención del verbo cocinar, no huyas y sigue leyendo porque hoy te proponemos una receta de lo más resultona y, más importante aún, de elaboración sencilla, aunque, eso sí, SPOILER, un pelín laboriosa. Traducción: da un poco de faena, pero es muy fácil de hacer

Pero como confiamos en que a estas alturas te consideres ya un put@ am@ de la cocina versión recetasenserie, seguro que no te echas atrás. Y es que para elaborar esta receta de pechuga de pavo con salsa de Oporto y patatas Hasselback no hace falta ser un top chef con estrellas Michelin -¡qué envidia nos dais, jodí@s!-, solo se necesita voluntad.

¿Que tampoco tienes voluntad? ¡Ningún problema! A falta de voluntad, aquí tienes la receta detallada minuciosamente para que te lleve de la mano paso por paso y triunfes por todo lo alto (aunque recuerda, y quítate estrés, que alto/bajo son términos relativos).

¿Estás listo? Vamos allá…

 

INGREDIENTES PARA 4-6 PERSONAS (SEGÚN APETITOS):

  • 3 pechugas de pavo
  • 2 cebollas medianas
  • patatas medianas (una por comensal)
  • guisantes tiernos (una bolsita)
  • zanahorias baby (o en su defecto, las más pequñitas de la bolsa)
  • 100 ml de caldo de ave
  • 1 vaso de vino de Oporto (y una copita para ti, por meterte en la cocina)
  • 2-3 dientes de ajo
  • laurel
  • hierbas aromáticas
  • AOVE (lo que viene siendo aceite de oliva virgen extra)
  • pimentón picante
  • sal y pimienta
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Como siempre, se nos ha olvidado incluir un ingrediente, pero es que las cebollas nos hacen mucho de llorar…

 

PASOS:

Paso 1 – Las patatas Hasselback

Vamos a empezar por las patatas Hasselback. No te asustes por este apellido tan guiri. Son muy fáciles de hacer y quedan muy vistosas, algo así como unas patatas acordeón.

Para su versión clásica, lo único que tienes que hacer es lavar las patatas, secarlas bien y laminarlas fina y homogéneamente sin llegar a cortarlas del todo. ¿Cómo se hace eso? Fácil. Hay varios trucos, desde cortarlas muy despacito y con cuidado, hasta utilizar un cucharón (que hará tope con el cuchillo) o unos palillos chinos. Nosotros hemos optado por los palillos chinos y así podemos delirar y decir que hacemos cocina fusión

Una vez laminadas las patatas, lamina también unos ajos e introdúcelos en las patatas cada dos cortes junto con un par de hojas de laurel por pieza. Sala las patatas, riégalas con un poco de aceite y al horno precalentado a 200º.

Pasada media hora, sácalas, riégalas con su caldo y vuelve a meterlas en el horno otra media hora. También puedes ponerles una nuez de mantequilla para que salgan más crujientes y sabrosas.

Saca las patatas del horno y espolvorea con pimentón picante. Si no te gusta el picante, pasando del pimentón…

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Con estas patatas Hasselback te las puedes dar de cocinillas, aunque aún no lo seas…

Paso 2 – Las pechugas de pavo

Una vez tenemos las patatas en el horno, pasamos a la pechuga de pavo: prepara una vinagreta a tu gusto (si “vinagreta” te suena a chino”, simplemente salpimenta las pechugas, embadúrnalas con aceite y arreando), lava/seca las pechugas, úntalas con la vingreta, séllalas en la sartén (es decir, fríelas vuelta y vuelta a fuego alto) y mételas en el horno junto a las patatas a 200º.

Pasados 25 minutos, sácalas, dales la vuelta, riégalas con su propio jugo (o añade un poco de caldo de ave si se han quedado secas) y vuélvelas a meter al horno durante otros 25 minutos.

Saca las pechugas del horno y trínchalas.

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El trinchado te dará un toque chef muy molón…

Paso 3 – La salsa de Oporto

Mientras se hacen las patatas y la pechuga, es tiempo de hacer todo lo demás. Y vamos a empezar por la salsa de Oporto. La elaboración es muy sencilla: pocha unas cebollas cortadas en juliana, añade un vaso de vino de oporto, 100 ml de caldo de ave (más o menos medio vaso), deja reducir hasta que espese a tu gusto, retírala del fuego, tritúrala y listo.

Nosotros hemos añadido un extra a la salsa en forma de guisantes tiernos: sofríelos en una sartén durante el tiempo que indique el envase y mézclalo con la salsa triturada. Así de fácil.

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Esta salsa gusta a todo el mundo, 100% asegurado.

Paso 4 – La guarnición de zanahorias

Como en recetasenserie somo unos put@s am@s de la cocina, se nos ha olvidado inmortalizar este paso con unas bonitas y desenfocadas fotografías (es lo que tienen las lentes de los móviles), pero la elaboración es muy sencilla: pela las zanahorias, hiérvelas en agua salada durante 15 minutos y reserva hasta que llegue el momento de emplatar. Truco: apaga el fuego cuando aún estén un pelín duras, resérvalas dentro del agua caliente y se terminarán de hacer sin enfriarse.

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Pero por si acaso, tienes los pasos explicados arriba…

Paso 5 – El emplatado

El último paso es el más fácil de todos: coloca las lonchas de pechuga recostadas unas sobre otras, riégalas con salsa y rodéalas con la patata y las zanahorias.

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Por un lado…

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… y por el otro.

Y de postre, una recomendación seriéfila más dulce que un mazapán bañado en mistela…

Y si Downtown Abbey no es lo tuyo, y menos aún los especiales navideños, damos un giro de 180º y os recomendamos una miniserie en la que es imposible encontrar un miligramo de azúcar, Olive Kitteridge.

¡Buen provecho!

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